«la calificación de la poesía de Cillóniz como insular, extraña, huraña, etc., no responde tanto a la realidad de su esencia sino tal vez más a la condición exiliada de Cillóniz, con una vida alejada del país natal. Leer a Cillóniz de inmediato nos conecta con toda la tradición de la poesía anclada en el ser humano, de raigambre vallejiana, y apegada a la idea del compromiso social (poesía “civil antes que política”, nos dirá Antonio Melis en el prólogo a Victoriosos vencidos, si bien qué duda cabe que el poeta ha logrado, en el seno de esa tradición, un tono propio, una voz singular.»
Eva Valero,
Universidad de Alicante.
Lima, 1944-