La criminalidad organizada es un fenómeno delincuencial que ataca a toda la colectividad, independientemente de los sesgos políticos o económicos, de si son países desarrollados o pobres, etc. Es un fenómeno criminal que desde hace varios años se ha convertido en un problema trasnacional, que los diferentes Estados se han propuesto a enfrentar, desarrollando políticas y estrategias que tienen como uno de sus principales instrumentos a la cooperación internacional. Este fenómeno criminal, para poder crecer y fortalecerse en el tiempo, utiliza dos delitos como instrumentos para lograr sus objetivos: el lavado de activos y la corrupción.