El protagonista es la estatua dorada de un príncipe llena de valiosos adornos, que se encuentra en lo alto de una columna de donde ve toda la ciudad y una golondrina, que ha retrasado su migración a Egipto por haberse enamorado de un junco. La golondrina se posa sobre la estatua y ve que el príncipe está llorando a causa de las injusticias que puede observar desde su posición, pues cuando vivía siempre le hicieron creer que todo el mundo era feliz y le habían ocultado que también había gente que tenía problemas, y ahora desde allí arriba podía ver la triste realidad, el ave le ayudara en su misión de ayudar a los más necesitados.
Dublín 1854-París 1900.