De repente, como poseídos por una incontenible idea redentora, los personajes centrales de esta novela se desnudan, arrojando sus ropas al viento, dejando atrás las sucias y gruesas capas que han llevado a sus espaldas por mucho tiempo. Están convencidos de que es la forma de verse libres y liberar al mundo. Entonces desnudos bajo el hechizo de la luna, se abrazan, y lloran juntos. Están hermanados en el dolor. Cada una de sus fibras vibran unidas con la idea salvaje de ser libres. La noche salpicada de estrellas es hermosa y está suspendida en un marco de espera. Espera por ellos. Todo alrededor está en calma.