Una familia americana se muda a un castillo británico sin hacer caso a las advertencias, pues se dice que allí murió Simon de Canterville y su espíritu ronda por toda la casa. El fantasma se decide a asustarlos como siempre suele hacerlo, pero ocurre algo inesperado: a esta familia estadounidense no le importa; es más, se burlan por sus respuestas indiferentes aunque sucedan cosas extrañas. El fantasma no puede soportar el pragmatismo de los nuevos inquilinos y cae en depresión con ataques de cólera. Alguien tiene que irse, debe haber una manera de solucionar este problema…
Dublín 1854-París 1900.