Los hilos del destino de la migración, materializada en las formas tentadoras de una hermosa venezolana, se van desenredando en esta historia salpicada de intriga y sensualidad, de oportunidades y desalientos, con la muerte rondando el vínculo familiar y las calles desatendidas de la prostitución. Un amante, a la vez bondadoso e ingenuo, no puede eludir lo que sus emociones y deseos le dictan, tras sucumbir al hechizo hormonal. Por ello, intenta proteger y cobijar el íntimo tesoro que el azar y la necesidad han puesto frente a él, sin imaginar que la aparente debilidad femenina, en casos extremos, suele mostrar su lado más frío y oscuro. Bajo el velo de la también mortífera pandemia como telón de fondo, La chama nos ofrece el choque de dos culturas que, aun hermanadas, muestran ciertas diferencias. De ahí que la duda y la desconfianza aniden en sus páginas, en la actitud de sus personajes, así como el peligro, la incertidumbre de vivir en continuo sobresalto, active los instintos más indómitos, menos racionales, para enfrentar la adversidad, aparejada con la difícil sobrevivencia.