Sospecho que el libro de cuentos Las almas también penan por amor, del joven narrador Eber Zorrilla Lizardo, encierra una metáfora cultural que trata de responder aquella interrogante históricamente inquietante: ¿qué une el mundo de los vivos y el mundo de los muertos? La mayor parte de relatos que tiene como tópico el amor, figura que ambos universos están encadenados por el sufrimiento. Los personajes que vemos aparecer física y espectralmente son seres que sucumben por amor. Lo que ocurre entonces es un borramiento de márgenes: vivos y muertos ascienden y se precipitan por la misma pena. Sin embargo, la lección que nos transmite la historia de cada cuento no se reduce solo a este aspecto evidente, por el contrario, lo anterior abre un pliegue de cuestiones: ¿cómo habla un sujeto o alma enamorada?, ¿por qué hablan todavía los muertos?, y ¿quién podrá sobrevivir o sobremorir al amor? Preguntas que configuran, a su vez, la factura de cada cuento: historias hechas para no agotarse en una primera lectura.
Masin, Huari (Ancash)1982-
Escritor