La visión de la migración en la región ha cambiado en los últimos 10 años. En general, los países de América del Sur pasaron de ser países emisores de migrantes a ser países receptores de los mismos, en particular a raíz de la migración de personas venezolanas por el continente. Para el año 2020 se calcula que más de 5 millones de venezolanos han migrado fuera de su país de origen y se encuentran en situación de movilidad en la región. La situación de estos migrantes se ha visto agravada debido las restricciones de movilidad, el cierre de fronteras y demás medidas sanitarias preventivas impuestas por los diversos gobiernos ante la aparición del COVID-19.