Dicen que cuando los bebés nacen, son capaces de ver seres maravillosos y fantásticos con sus ojos de inocencia. Hasta que son protegidos con el agua del bautismo y pierden esa capacidad para ver más allá de lo terrestre. Esta es las historia de una niña que se cae de su hamaca cuando uno de estos seres intenta cargarla. Descubre más en estas Memorias de un duende.