ISBN 978-612-48833-9-2

Reseña

El primer momento de Sombras del horizonte es sumamente contemplativo porque demuestra que el hombre de tanto buscar halla la presencia de Dios y nuestro poeta toma como ejemplo a Job, el hombre más rico del oriente, cuya paciencia fue puesta en prueba por la providencia sabiendo responder con creces debido a su confianza en el Supremo Hacedor. Esta parte es sublime porque poetizar la experiencia de Job es conducir al lector hacia la paz espiritual.
El segundo momento va cubierto de la sabiduría bíblica y la esperanza de la vida eterna, escribiendo que el poeta “es un cristal y su palabra un río que va luchando la batalla perdida…” . Kessler Gálvez lleva de la mano al lector, con la seguridad que este ha de ser barnizado con los cantos de su poesía que lo elevará ser un hombre útil a la sociedad.
El tercer momento cobra intensidad porque va arrebozado de principios proverbiales que hace esta parte sea sumamente llamativa. Los versos de nuestro poeta van creciendo y van situándose en el sitio correspondiente porque son guiados por la mano de Dios. Cuánta espiritualidad desparrama esta parte sometida a interrogantes que sólo un alma buena puede hacerlas. Leer esta parte es sublimarse al extremo porque las debilidades humanas afloran vertiginosamente que sólo hallan sosiego cuando el hombre es amparado por un divino sustentar.
La cuarta y última parte llamada “Ápice”, está barnizada de filosofía que hace comprender lo ínfimo que es el ser humano que, desperdiciando las bondades regaladas, puede caer fácilmente en el enmarañado mar de la vida.
“Sombras en el horizonte”, es un poemario sumamente esquisto que a raudales brinda una lectura amena y racional que enrumba al hombre a comprender que quien está con Dios no tiene a quien temer.

Blasco Bazán