El historiador Wilfredo Kapsoli, en su libro Ayllus del Sol, las evidencia en los siguientes términos: “Por los años 1921, 1922 y 1923, varios líderes indios se proclamaron Incas y Presidentes del Tahuantinsuyo. Sus mensajeros anunciaron el Fin del Mundo; que el tiempo de los mitos se había acabado y era la hora de los Incas. Los soberanos andinos retornaban a dirigir a los runas con la protección de sus apus, auquis y paqos. Establecieron la sede de su gobierno, nombraron nuevas autoridades y proclamaron la destrucción de las haciendas para su conversión en comunidades. En general, declararon guerra a muerte al latifundismo y al Orden imperante para reemplazarlos por un nuevo imperio orgánicamente constituido. Una imagen idílica del pasado mantenida en la tradición oral y en la conciencia colectiva se puso en movimiento y líderes indios se proclamaron Incas y Presidentes del Tahuantinsuyo. Sus mensajeros entraron en acción.” (Kapsoli 1984: 13)