intención de trasmitir.
“Escribir es escrutar, en nosotros mismos y en el mundo, con un instrumento mucho más riguroso que el pensamiento invisible: el pensamiento gráfico, visual, reversible, implacable de los signos alfabéticos” Julio Ramón Ribeyro. “Prosas Apátridas” P 58.
La palabra está en el discurso del cual forma parte articulada, con uno o más motivos que determinan su intencionalidad, vale decir, lo que se quiere decir, lo que se pretende dar a entender a los demás, para informarlos o persuadirlos y así convencerlos.
La palabra dice, la palabra aclara, explica y precisa, define, cuestiona, refuta o defiende; la palabra anima, orienta, argumenta y convence.
Cuando a la palabra sigue la acción, de manera consecuente, entonces se da fe a la expresión ‘del dicho al hecho’, por lo tanto no sólo palabras sino hechos concretos que las ratifiquen realmente.
Pero el circuito puede ser también al revés, cuando de la realidad pasamos a su descripción clara y precisa. Entonces la expresión será ‘del hecho al dicho’. Lo percibido lo expresamos, tal como lo hemos entendido y queremos así comunicarlo.
En ambos casos es la palabra, junto a la imagen del hecho, lo que finalmente se integra racional y coherentemente en el pensamiento. Pensamos la realidad, reflexionamos sobre ella, y la expresamos tal como la razonamos y entendemos.
Cada quien posee un conjunto enhebrado de conceptos, ideas, juicios y razonamientos, respecto al mundo en que se vive, a sus diversas manifestaciones, a los elementos que lo integran en la cultura y el medio ambiente o naturaleza.
Tenemos que elaborar, concretar y hacer conocer nuestra palabra, sabiendo que en ella se transportan nuestras ideas y convicciones, nuestra sinceridad y nuestros recuerdos y proyecciones, nuestra particular visión de la realidad, nuestra identidad, nuestros ideales y propósitos, nuestras suposiciones y propuestas, nuestros logros tanto como nuestros fracasos, nuestros sentimientos y razones.
Nuestra palabra revela lo que somos y lo que queremos que sea, expresa lo que entendemos y creemos, lo que acogemos y rechazamos; revelamos con nuestras palabras nuestros principios y criterios, nuestros valores, la distancia que nos separa o acerca a ellos, así como nuestras coincidencias y discrepancias.