La presente obra aborde uno de los nudos conceptuales y estructurales más complejos del derecho de la responsabilidad civil: el rol de la antijuridicidad de la conducta. La perspectiva adoptada por autor se encarga de este nudo no solamente en términos generales, sino también en una clave más concreta de la posibilidad de configurar la categoría de los actos lícitos dañosos. Tema que constituye una auténtica cruz y delicia para los estudiosos de la responsabilidad civil, los actos lícitos dañosos ponen en discusión muchos de los conocimientos más consolidados en el tema de la responsabilidad aquiliana y someten su estructura teórica a una tensión muy fuerte a causa del oxímoron sobre el cual estas se apoyan: de un lado, el reconocimiento de la facultas agendi y, por tanto, de una esfera de licitud de acción, dando lugar entonces a una autorización de la acción, que incluye sin embargo comportamientos idóneos para lesionar situaciones subjetivas ajenas y, de otro lado, la exposición al titular del derecho o de la situación activa a una eventual responsabilidad por los daños ocasionados a terceros.