La labor académica está aunada al ejercicio profesional de la abogacía, por lo cual, en lo que respecta a ello, hemos llevado a cabo la defensa penal, por más de treinta años. Como también hemos ejercido la magistratura superior y suprema durante 11 años. Esta experiencia académica y profesional nos ha hecho tomar conciencia que el sistema penal en nuestro país se ha convertido, lamentablemente, en un sistema hiperpunitivista y transgresor de los principios penales constitucionales, los mismos que están plasmados en el título preliminar de nuestro Código Penal, solo por hablar desde el punto de vista del Derecho Penal sustantivo.