Érase una vez una niña hipersensible, creativa y gracias a Dios
y a las brujas un poquito inteligente. Fresita nació en el Sur del Perú y tuvo la suerte de conocer diferentes partes del país ya que
su padre era militar. Una historia llena de alegrías, reflexiones, críticas y anécdotas. Todo eso sucedió en medio de armas, municiones,
sangre, carcajadas, burlas y gritos. La historia de una peruana quien
vive intensamente sin temores. Y decide contar su
experiencia personal y profesional con el sentido del humor, carisma y sarcasmo. Ya que de eso se trata la vida, de reírse de uno mismo.
¿Cuál es el colmo de una sudamericana?
Que intente y aspire hablar inglés y francés cuando ni
siquiera habla bien el castellano.
Queridos genios y corazones sensibles. En primer lugar, enseñar un idioma extranjero exige la comprensión del idioma materno. Efectivamente, estudiar idiomas extranjeros es un campo del saber muy amplio, dinámico e interesante. Por lo tanto, el multiculturalismo no es para todos. Es importante comprender los sentimientos, la historia y las costumbres de cada país. Y de manera especial, aprender a respetar a los demás. En diferentes países, el lenguaje visual, gestual e incluso la entonación forma parte del intercambio lingüístico cultural y educativo.