El texto es un ensayo que se centra en la historia cultural y el impacto del desarrollo petrolero en la costa norte de Piura, Perú, a principios del siglo XX, específicamente en la zona de Lobitos. El autor se esfuerza por mantener una perspectiva objetiva, evitando juicios personales o político-ideológicos sobre las consecuencias del fenómeno petrolero en el desarrollo del país. En lugar de ello, se enfoca en la importancia de preservar la memoria cultural de Lobitos, una cultura que actualmente solo se conoce por referencias y fotografías antiguas.
El ensayo destaca la desaparición de evidencias materiales e inmateriales de este periodo, incluyendo la destrucción de infraestructuras y la dispersión de sus habitantes, lo que ha llevado a la pérdida de comportamientos y costumbres locales. El autor relata sus experiencias personales y familiares en Lobitos, entre 1948 y 1960, y la eventual mudanza de su familia a Talara debido a decisiones laborales de la International Petroleum Company. Este relato personal sirve para ilustrar la transformación de la región y el impacto cultural de la industria petrolera en la vida de sus habitantes.