Como la vida forma a través de la escritura los hilos simbólicos de lo onírico. Como figura una cabaña la intimidad que se diluye, un elefante la inminencia de un color que aplasta, la luz lunar el silencio compacto que antecede a la música, el reloj, el umbral entre el dolor y la locura; las estrellas, las estrellas en los ojos de una chica que espera. El naranja es la afición de algo que se expande en las entrañas de una triste mamífera, es la esfera en los ojos de un ave apunto de echar vuelo. Algo de eso emanan estos cuentos, algo del ser mujer y su camino.