Aveces lamentamos que nos pasan cosas, que nunca vamos a llevar adelante nuestros proyectos. Pero eso no
necesariamente tiene que ser así; todo proyecto, toda meta,
se da en un proceso de constantes ensayos y errores, muy
necesario en todo aspecto de nuestra vida.
Y esto se puede
ver desde que somos muy pequeños. No por algo, cuando
aprendemos a caminar, lo primero que hacemos es caer, caer
nuevamente y levantarnos sin dejarnos vencer. Hasta que en
cierto momento podemos desplazarnos de un lugar a otro; al
principio con la ayuda de nuestros padres o de algún familiar,
pero luego es que damos los pasos firmes y nos soltamos
para desenvolvernos con confianza.
Este libro, “Rendirse no es de lobos", tendrá la misma
función. Será una guía que nos permitirá, luego de su atenta
lectura y de revisar las experiencias que narra, el andar
libremente y con confianza en la vida.