Al paso del Libertador Bolívar por el pueblo de Pucará (2 de agosto de 1825), Choquehuanca sale a su encuentro pronunciando la arenga que lo inmortalizara, tanto como su nombre:
Quiso Dios de salvajes formar un gran imperio y creó a Manco
Cápac; pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de
expiaciones ha tenido piedad de la América y os ha creado a vos.
Sois pues, el hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho
hasta ahora se asemeja a lo que habéis hecho, y para que alguno
pueda imitaros será preciso que haya un mundo por libertar.
Habéis fundado tres repúblicas que en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevan vuestra estatua a donde ninguna ha llegado.
Con los siglos crecerá vuestra gloria
como crece la sombra cuando el sol declina...