La presente obra plantea un estudio comparado sobre el papel de los tribunales constitucionales en Europa y su influencia en la protección de los derechos fundamentales y la defensa las nuevas instituciones democráticas.
El autor analiza los casos de Francia, Alemania, Italia, España y la Unión Europea, y muestra cómo las prácticas y técnicas de la adjudicación constitucional han generado un profundo cambio en el quehacer parlamentario y del gobierno, mostrando cómo el poder judicial se convierte en un actor clave en la configuración y el cambio político.