La memoria de un esquizofrénico es una obra tan fragmentada como la misma memoria. Cuenta con retazos de una historia o de múltiples historias, las cuales se ven narradas a modo de cuento o incluso a modo de poesía.
Su autor, tal como cualquier poeta, busca una forma distinta de contar una historia, de allí que seguir el hilo de esta obra exija algo más que atención: requiere de sensibilidad, de aprender a jugar y saltar entre las páginas, de ir y venir por estas hasta que, al fin, atisbamos apenas un pequeño destello de una mente tan compleja como la nuestra.