La magia del fútbol y sus alegres emociones, con un trasfondo de los primeros años escolares, son el punto de partida de un relato nostálgico que apela al sentimiento competitivo para mostrarnos el crecimiento de unos niños curiosos e inquietos, de bajos recursos, a través del compañerismo y el ejercicio deportivo. Ojitos, el protagonista, será quien ponga la nota discordante contra aquellos que desean estar por encima de los demás, anteponiendo inteligencia y habilidad frente a impulsos envalentonados, y el que al final contribuirá a que un grupo de entusiastas peloteros degusten las mieles del triunfo. Historia de barrio y de necesidades, de hallazgos y sorpresas, la pelota que rueda por el campo de grass, en medio de remembranzas en las que su origen colorea el panorama, también ocupará un lugar preponderante en esta narración de fresco aliento, donde la realidad de las auténticas motivaciones, el anhelo de manejar el balón, convertir goles y ser festejado, encubre una engañosa apariencia.