Un niño y su padre emprenden una aventura en la selva peruana que los hace conocerse mucho mejor y acercarse más, creando un vínculo estrecho, fuera del consabido trato hogareño, que los une con mayor fuerza de ahí en adelante. La naturaleza y sus misterios, y sobre todo los animales que habitan en ella, son los encargados de darle colorido y distracción a esta historia que atraviesa diversas emociones, a lo largo de un viaje por aguas mansas en un peque-peque. Frente a dicho recorrido turístico, en el que solo se espera agradables sorpresas, la realidad de la zona toca con su rostro más cruel el solaz esparcimiento, para mostrar el lado oscuro del ser humano que apela a la destrucción con fines egoístas. Sin embargo, a la vuelta del ocaso, de las cenizas de lo perdido, el sol surgirá con sus rayos de esperanza para poner las cosas en su sitio y reafirmar la fe en aquello que se realiza con bondad.