La poesía y la imagen son amigas inseparables al igual que la música. Ambas se buscan y acompañan.
Los niños lo saben muy bien y disfrutan con ellas desde muy pequeños.
Dibújame un cordero es una invitación para que los niños y niñas jueguen y se diviertan con los sonidos y las imágenes de las palabras
y desarrollen su imaginación y creatividad.