La verbosidad de este compendio que se inicia en el siglo XV, se da en un infierno análogo, en una estancia donde los pobladores tratan de asuntos del cotidiano nacional, tanto de la política, de la corrupción, del amor venido a menos en estos tiempos y de otras temáticas triviales y sociales. Entonces, en este precario proemio te apremio a conocer mi obra literaria que tal vez la examinarás simple, sencilla, parca, pero elaborada con toda la pasión que tiene un literato que lleva este apasionamiento en su ADN y con el designio que vislumbres la realidad cruenta y triste de nuestro país a través de los politiqueros y del oligarquismo inicuo, por medio de mis utopías, ansiando convertirlas en quimeras viables, aunque soy consciente que esta es una de mis utopía más porque las condiciones establecidas en la actualidad son para tal fin, el de mantener a la masa popular en pródiga ignorancia, en la desidia e indiferencia, conformismo e incapacidad.