Para los religiosos españoles la “montaña” (la selva peruana), era agreste, oscura, poblada de “infieles y demonios”. ¿Cuánto ha variado esa concepción? De un pequeño espacio de la “montaña” (Pucallpa y sus alrededores), el autor extrae cuarenta breves historias de personajes que, en un paisaje amenazado por el calentamiento global, viven de manera estremecedora o festiva, oscura o luminosa como el, a veces exagerado, clima amazónico. Pucallpa es una ciudad de vertiginoso crecimiento que se resiste a perder su cosmovisión amazónica. Las historias de este libro dan fe de ese momento.