Los trastornos hipertensivos complican entre el 6% y el 8% de los embarazos y son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna y fetal a nivel mundial. En los países desarrollados, la eclampsia ocurre en aproximadamente 1 de cada 2000 partos, mientras que en los países en vías de desarrollo la incidencia varía de 1 en 100 partos a 1 en 1700 partos. El 44% de las convulsiones asociadas a la eclampsia ocurren durante el puerperio, y el resto se presenta en el período antepartum (18%).
Cada año, más de medio millón de mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo, y el 99% de estas muertes ocurren en países en desarrollo. La eclampsia es responsable de alrededor de 50,000 muertes maternas anuales en todo el mundo. En regiones con alta mortalidad materna, la infección y la hemorragia son las principales causas de muerte, mientras que en áreas donde estas causas son menos comunes, las complicaciones asociadas con la hipertensión y la eclampsia adquieren mayor relevancia.
La preeclampsia es una enfermedad multisistémica idiopática específica del embarazo y puerperio, considerada una enfermedad de la placenta. Se ha sugerido que la causa determinante es una falla en la invasión trofoblástica entre las 16 y 20 semanas de gestación, lo que impide la adecuada dilatación de las arterias espirales y resulta en disfunción hepática manifestada clínicamente como preeclampsia. Aunque esta hipótesis es atractiva, aún requiere validación. Algunas embarazadas desarrollan el Síndrome HELLP, caracterizado por hemólisis, elevación de enzimas hepáticas y plaquetopenia.