Considerado Patrimonio Cultural de la Nación, este recinto
de 20 hectáreas conserva entre sus nichos y mausoleos
las expresiones de diversos artistas que plasmaron en sus
obras las famosas figuras de plañideras, ángeles en mármol
o granito, cruces y hasta retratos tallados de los fallecidos.
Su conservación ha sido un trabajo importante, que busca
preservar estas muestras de amor que dejaron las diversas
familias a sus seres queridos y que hoy nos sorprenden por su
exquisitez y fineza.