Si se ha dicho que el siglo XIX fue Romántico y el XX Vanguardista aquí tenemos Atrevido del poeta gonzalo e relucé quien viene a renovar —por todo lo alto— el gran legado de la Vanguardia universal. Y lo hace desde una perspectiva que recoge la atmósfera y realidad de nuestro entorno peruano y latinoamericano. Provisto de un lenguaje que reivindica el conversacionalismo y la narratividad, el poeta circula airosamente en todos los ámbitos de la moderna poética audio-visual, letrista y el diseño, para brindarnos una nueva experiencia personal, llevándonos —en una suerte de viaje sudamericano— por los extremos de la marginalidad, los hoteles furtivos, los salones de masajes, las Huaringas brujas; todo esto en los marcos del amor y el desamor —con momentos de intenso lirismo— y logrado manejo del ritmo en su original trabajo de lenguaje. “no soy una muchacha / ni un muchacho, / soy solo el instante que envejece conmigo” nos dice el poeta y al final se define puro en su reino de soledad. Condición sine qua non de la poesía. Conozco a Gonzalo desde nuestros gratos días compartidos como estudiantes sanmarquinos a fines de los 70, y es verdad que somos el instante que con nosotros envejece, pero la poesía no, y el talento tampoco: He aquí la prueba palpable con este magnífico Atrevido. Siempre en poesía.