El ejercicio de la poesía deviene, además del trabajo con la palabra y el lenguaje, en la exploración personal del poeta. Así, la voz que nos guía a través de los versos se convierte, línea a línea, en un destino cuyo final es impredecible.
“Mi alma borracha”, libro de poesía que hoy nos entrega Jhordy Segura Galindo, constituye un testimonio sobre la cercanía y e alejamiento del amor, pero también sobre la visión personal que el poeta tiene sobre esa emoción y sobre el mundo que lo rodea.
“Los pasillos envejecieron/ y creció tristeza en todos los rincones”, nos dice uno de sus poemas, y uno como lector no puede dejar de admirar que, aún e medio de la soledad, la experiencia transforma la distancia en sabiduría.