A lo largo de Ni un ratito con el diablo, exploro diversos temas relacionados con la presencia
maléfica del diablo: los pecados capitales, los sacrilegios, las ideologías, los ataques contra la
fe, entre otros. Mi deseo es remarcar que, si nosotros acudimos a los medios que nos ofrece la
Iglesia católica, como la explicación de la Palabra de Dios y la frecuente participación en los
sacramentos, siempre podremos ven al maligno. Con este libro logro dar por cerrada esta saga
de Ratitos. Lo hago con un texto cuya intención central es mostrar que Jesús ya ha vencido al
diablo y a los demonios, enemigos de Dios y de los hombres.