El origen de este libro se remonta al verano del 2000 cuando, junto a un grupo de amigos con quienes nos reuníamos diariamente para secar cajas de vino barato, abrir las puertas de la percepción y escuchar discos compactos de Allen Ginsberg y The Clash, redescubrimos la antología Estos 13, y nos dimos cuenta de que existía una poesía peruana que rockeaba. Fue un periodo de exaltación y creatividad que se vio súbitamente interrumpido cuando, en agosto de 2001, uno de los autores de este libro emigró a España.