"AMORES TONTOS"...
Todo lo que dicen es verdad, pero también es cierto lo que una vez me dijo mi abuela Victoria: «A veces, hijo, ser un tonto es bueno en este ‘mundo perfecto’». A veces hay que soñar, tomarse un minuto para suspirar por otra persona; amar a tus amigos, respetarlos y dejarlos de respetar… pedir perdón.
Tener muchos amores, de tiempos cortos, de tiempos largos,
pero sobre todo sinceros. Y claro que fallar está dentro del paquete,
amar no significa ser un dios e impedir que el ser amado sufra;
impedir que tú sufras. Uno puede jurar miles de cosas, pero no puede
dejar de mentir, dañar, dañarse; pero al final eso no importa, lo importante es quedarse mudo por un instante; ver aquellos ojos enamorados; sentirse un estúpido, saber que amas, saber que eres libre de este «mundo perfecto».
Todos los amores son tontos y los más tontos son los más hermosos, duraderos al tiempo.