El proceso de enfrentamiento a la pandemia provocada por el nuevo coronavirus, la enfermedad covid-19, suscita el debate no solo sobre políticas y sistemas de salud en varios países del planeta, sino también interrogantes sobre modelos de desarrollo y formas de impulsarlos. Investigación, innovación y conocimiento en sentido general. De acuerdo con la correspondencia anterior, varios países nórdicos, muchos de los cuales fueron escenarios complejos de contagios y muertes provocadas por el nuevo virus, confirman la idea de Núñez Jover de que "[...] los programas científicos en general no están diseñados para resolver a la humanidad, sino para fortalecer la competitividad y los beneficios de las grandes empresas”.
Tratan de pensar en algunas preocupaciones a las que están sometiendo la discusión. Para ello se apoyan en su perspectiva teórica del desarrollo social y en la información que circula a diario sobre la situación a escala mundial, sin necesidad de números, porque no son necesarios para su presentación, a pesar de los desafíos y dificultades asociados a una situación de emergencia epidémica, cobra relevancia la máxima de Martín, según la cual.
"[...] de nada sirve ver si no hay explicación de lo que se ve, si la comprensión no se convierte en elemento del juicio, de la visión". La preocupación por lo limitado, los temas contenían aspectos innegables que distinguen la realidad de Latinoamérica, que enfrenta varios desafíos por la situación epidemiológica, pero en condiciones muy diferentes a las de otros continentes.
En la región, se invita a especialistas en la materia a aportar sus especialidades y proyectos de investigación a diferentes contextos sociales para solucionar los problemas derivados de la crisis epidemiológica. El escenario mundial actual exige cambios en las estructuras y el funcionamiento de las sociedades. Las ciencias sociales aún tienen mucho que aportar para analizar la situación actual y predecir el futuro, porque la humanidad no será la misma cuando se supere esta pandemia, mientras existan mecanismos sociales que muestren caminos para enfrentar la situación epidemiológica con su ineficacia para salvar algo tan precioso como la vida humana.
Ciertamente es sabido que se le pide a la comunidad científica que publique, reflexione, compare, analice los resultados, cuanto aún se pueda hacer en un contexto epidemiológico internacional tan complejo. En respuesta al llamado, los autores recomiendan reflexionar sobre algunos temas que se evidencian en la era de contagio mundial de covid-19 y que deben ser abordados como sociedades y las formas de convivencia en ellos sin duda cambiarán.
En primer lugar, se reconoce que el nuevo coronavirus tiene su origen en China y se extendió rápidamente a otras partes del continente europeo, hasta la llegada de la epidemia eran reconocidos como países desarrollados, es decir, países industriales con recursos, reputación y alto nivel de recursos, establecimientos, servicios y personal de salud de calidad. Sin embargo, según los medios de comunicación, los sistemas de salud están colapsando en la mayor parte del país.
Las contribuciones y los servicios son insuficientes y la necesidad de tratamiento debido a la epidemia está sobrecargando al personal. En realidad, todo es resultado de lógicas económicas neoliberales que posibilitan y explican los sucesivos recortes a los sistemas de salud en muchos países, limitando su capacidad de respuesta ante el virus covid-19. Cuando esto sucede, no hay protección. En las sociedades actuales, la necesidad de protección está insatisfecha. Estar satisfecho no es suficiente y hay situaciones en las que la salud general es mala.
La Pobreza que muestra muchos déficits, pero que moviliza para reponerlos muy creativamente en diferentes contextos. La reflexión de hoy es también una oportunidad para incidir en la superación de las carencias, para cuestionar prácticas sociales, formas organizativas, modelos políticos y valores que inciden en la expresión de las necesidades de las personas. Según Max Neef "[...] los sistemas curativos, preventivos y de salud suelen satisfacer la necesidad de protección”.
En consecuencia, si estos sistemas no funcionan suficientemente en las condiciones de la situación de desarrollo, las personas no son realmente la mayor destrucción de la pandemia está relacionada con la pérdida de vidas humanas, que ha aumentado y sigue aumentando en decenas de miles cada día. De hecho, las sociedades enfermas pierden su mayor riqueza: las personas y todas sus actividades se trastornan.
Sin embargo, muchas noticias hablan de efectos económicos, situación financiera, negocios, entre otras cosas. Si la pérdida de personas en la sociedad es importante antes de un accidente, vale la pena considerar si reconocer el carácter avanzado de la sociedad, la perdedora de su mayor riqueza. Esto lleva a una discusión sobre el desarrollo social como un proceso humano, donde lo importante no es el modo de producción que crea la mayor riqueza, sino el modo de producción que crea mejores ciudadanos.
Nuevamente, es necesario plantear la cuestión de que el propósito de la producción debe ser la gente, no el bienestar financiero. La investigación y la innovación en línea con los objetivos sociales. Por eso es necesario una visión transdiciplinaria, con pensamiento crítico para el desarrollo de políticas de salud que, junto con otros sectores de la economía y el sistema político del país, pueda llenar los vacíos de recursos en un enfrentamiento como el covid-19 y, lo más importante, el funcionamiento del sistema socioepidemiológico, centros de investigación y todo el personal cualificado.
En tales circunstancias, el valor de una política científica orientada a objetivos sociales y que refleje el proceso de toma de decisiones es evidente. Tenga en cuenta también que las personas mayores de 60 años son las que más sufren y, por lo general, los números muestran que han muerto. Curiosamente, la causa se relaciona principalmente con condiciones de salud adversas en comparación con otros grupos de edad avanzada (p. ej., enfermedades crónicas, deterioro físico, adicciones) y, en algunos casos, con las propiedades biológicas de los virus es muy letal contra ciertas enfermedades subyacentes que debilitan el sistema inmunológico. Un tipo de virus que tiene como objetivo destruir a los individuos más débiles.
Durante las últimas tres décadas, ha habido debate en todo el mundo sobre los cambios que están teniendo lugar en la ciencia, que ahora están más relacionados con la tecnología de ahí el término tecnociencia y su relación cambiante con la sociedad. Estas discusiones permitieron argumentar, por un lado, que los métodos de producción de la ciencia han cambiado significativamente durante el último medio siglo y, por otro lado, que están apareciendo nuevos modelos que nos dicen qué debe ser la ciencia para ayudarnos a sobrevivir mejor a los muchos y complejos problemas sociales, ambientales y de salud a los que se enfrenta actualmente la humanidad.
Que amenazan gravemente al barco que llamamos civilización y que, según Edgar Morin, podría tener un desenlace similar al del titánico en medio de la actual pandemia, no es difícil recordar los presagios, que a veces parecen exagerados, Richard Levins (1930-2016), ecólogo matemático, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, filósofo y activista político, un verdadero científico, defendía una doble idea, aparentemente contradictoria: la ciencia debe ser protegida y al mismo tiempo criticar la ciencia. Levins creía firmemente en el valor del conocimiento.
Por eso realizó cursos para combatientes vietnamitas en medio de la selva. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que ninguna ciencia podía cumplir las funciones cognitivas y sociales necesarias para la supervivencia humana y el desarrollo sostenible. Levins lamentó la persistencia de enfoques simplistas que hacen imposible lidiar con la complejidad, el pensamiento crítico, la especialización excesiva que limita la integración de enfoques, confusión de todo y partes, subestimación de detalles universal, desprecio por la teoría, cooperación insuficiente.
Estos problemas de Levins se abordan en la literatura contemporánea dedicada a la investigación científica. Y de allí surgen nuevos conceptos que se mencionan más adelante. En este trabajo introduciremos en primer lugar la idea de la incertidumbre ante el futuro, las características epistemológicas de la pandemia, la visión crítica en el contexto político y social para la igualdad y el desarrollo sostenible, en América Latina. Finalmente, se abordará la triada transdiciplinariedad, pensamiento crítico y Covid-19.