La felicidad como condición o aspiración humana siempre ha sido y es parte inherente de nuestra existencia y, por este motivo, la felicidad es un tema del que se han ocupado desde la antigüedad innumerables pensadores, filósofos, novelistas y también personas comunes, por lo que existe diversa bibliografía sobre este asunto.
Aunque la felicidad tiene un concepto preestablecido (“Estado de grata satisfacción espiritual y física”, según la Real Academia Española), debido a que es un anhelo personal, todo individuo puede poseer una respuesta a la siempre formulada pregunta; ¿Qué es la felicidad? Es aquí cuando surgen diferentes opiniones y aparecen las controversias sobre esta cuestión tan trascendental en la existencia del ser humano.
Muchos autores que han reflexionado sobre la felicidad han ofrecido algunas fórmulas o “secretos” para alcanzar este estado de plena satisfacción; aunque se debe recalcar que estas fórmulas no pueden ser universales.
La felicidad como uno de los principales propósitos de nuestra existencia no demanda un único camino para alcanzarla; puesto que cada ser humano, en función a su realidad, sus anhelos y obstáculos, deberá definir qué necesita para ser feliz y cuál es el camino y los momentos para lograr este objetivo.
Desde la antigua Grecia hasta nuestros días la felicidad ha sido objeto de estudio de pensadores y filósofos, y de disciplinas científicas como la sociología y psicología. Cada uno, con sus propios enfoques y metodologías, ha abordado este tema, pero no por ello ha dejado de ser tratado también por personas normales que gracias a sus experiencias de vida pueden aportar para que otros sepan cómo “alcanzar” la felicidad y cómo vivir este estado de gratificación.
Precisamente, la pretensión que buscamos al presentar estas líneas no es revelar nuevos “secretos” de la felicidad, sino brindar algunas pautas para que nuestros lectores puedan encontrar satisfacción plena en algunas cosas o circunstancias cotidianas, que pueden parecernos banales o intrascendentes debido a la recargada “agenda” familiar y laboral que nos impone la sociedad moderna en la que vivimos.