El desarrollo de una población, vista desde la dimensión educativa de nivel superior, es fundamental dentro de la organización y prosperidad de su territorio. El mundo andino altiplánico sumido por la discriminación, dirigido especialmente a la juventud debido a las imposibilidades de acceso libre a los estudios, fue golpeado por los gobiernos de modelos neoliberales. Los valores culturales-territoriales son permanentemente invisibilizados por la colonialidad del saber, procurando una educación estandarizada y homogeneizante, impidiendo un diálogo intercultural y desarrollando mecanismos de exclusión y desigualdad histórica y sistemática.
Se deberían establecer, como derecho humano universal, el acceso a la educación de manera libre, gratuita e igualitaria y democrática para fortalecer las relaciones a nivel local y global, propiciando espacios para el diálogo intercultural orientados hacia la búsqueda del buen vivir y el desarrollo global sostenible y sustentable.
Nos atrevamos a comprender, reflexionar y recrear criterios de actuación que permitan discernir políticas públicas del sector de educación sin el gamonalismo reciclado.