Es esencial que el abogado litigante se encuentre actualizado en las
tendencias procesales que vienen siguiéndose a nivel nacional a fin de evitar fallos que puedan tener como consecuencia la ralentización del proceso por incumplimiento de la normativa procesal. Sumado a ello, considerando la importancia y protagonismo que la oralidad está obteniendo en la era contemporánea del Derecho Penal, aquel jurista litigante tiene el deber de mantener sus destrezas y estrategias optimizadas, evitando que las mismas puedan tornarse anticuadas o recaigan en obsoletas en el intento de convencer al juez durante la fase de juicio oral.