Uno de los anhelos más grandes que anida en nuestro corazón es el de poder amar y ser amadas de verdad. No es una tarea sencilla, pero resulta aún más difícil en una sociedad que confunde el amor con el sentimentalismo y que nos propone el sexo como una mera muestra de afecto o una forma de ganar valoración, incitándonos a su ejercicio libre y sin restricciones.
Es preciso que nos preguntemos con sinceridad: ¿Cuál es la mejor manera de vivir nuestra sexualidad? ¿Es bueno todo lo que se nos presenta como “normal” en este campo, simplemente porque los demás lo hacen? ¿Lograremos así que nos respeten y valoren? ¿No será mejor optar por la castidad, aunque esa virtud no esté de moda?
¡Atrévete a pensar por ti misma y, sobre todo, a defender tu pureza si quieres ser amada de verdad!