Juanita está muy emocionada: pronto viajará con su familia al lugar que tanto anhela visitar. Empezó la cuenta regresiva: Tres, dos, uno… por fin llega el día esperado, ¡rumbo a la ciudad de Nasca!
Allí por fin conoce las famosas líneas de Nasca y, desde un helicóptero, observa los geoglifos que tanto llamaron su atención desde el primer momento. También se entera de datos muy interesantes sobre los descubrimientos que María Reiche hizo sobre las líneas y ella no tenía ni idea de ello. Regresó a casa pero en su cumpleaños, recibe una grata sorpresa: una hermosa torta decorada con los geoglifos de Nasca.