Este libro en Homenaje a Jorge Aníbal Flores Ochoa congrega trabajos de
investigación y testimonios de prestigiosos profesionales cusqueños, limeños,
puneños y extranjeros; surge a iniciativa del Dr. Víctor Boluarte Medina,
alcalde de la honorable Municipalidad Provincial de Cusco, tomando como
base el ánimo del historiador Martín H. Romero Pacheco que se encargó de
recopilar los artículos.
Han pasado más de dos años de la partida física de Jorge Flores Ochoa,
quien fue reconocido por su vasta producción en investigación y la docencia
universitaria; recordarle es detallar a la persona, al hombre hecho de barro,
templado al sol de los andes, y con un corazón inmenso; un ser sencillo,
humilde y generoso a pesar que fue consciente de su propia trascendencia por
todo el aporte que hizo a las ciencias sociales.
Quienes le conocieron pueden dar fe de su sencillez, de su fino humor y
una gracia poco común que acentuaba su agudeza para salir de las situaciones
complicadas; siempre tenía la respuesta a flor de labios, ya sea para responder
una pregunta, hacer un comentario, sentenciar algún hecho y hasta para contar
un chiste.
Es necesario resaltar que, a partir de sus estudios sobre los pastores de puna,
surgió el interés de antropólogos de Cusco, Puno, Arequipa, Lima y del extranjero
por estudiar a los pastores en los andes; era muy común ver en mi casa estudiantes
peruanos y extranjeros que buscaban entrevistarle para citar en sus estudios o
pedir su apoyo para los mismos; a partir de su trabajo JAFO escribió 7 libros y
numerosos artículos sobre los pastores de Puna.
Jorge Flores fue un gran cusqueño, quien nos trasmitió permanentemente su
gran amor al Cusco. Desde que inició sus estudios de antropología sustentó la
existencia de un mundo andino, del cual hoy todos o la gran mayoría vivimos
orgullosos. Su discurso siempre estuvo acompañado por la práctica, se sentía
andino y cerca de la gente más sencilla.
Él ha trascendido, sus obras son un legado que muestran su interés por los
andes y especialmente por el Cusco, la tierra que lo vio nacer y a la cual dedicó
su vida de investigación y sus obras; él hombre a quien rendimos homenaje con
este libro apostó por los andes, decidió ser historia en su tierra, el Cusco,
porque creyó con convicción que del Cusco nacía el verbo y nacería la acción.