Selma trabajó toda su vida con un estilo narrativo que tendía a difuminar los límites entre el sueño y la realidad. Esta particular
forma de fantasía, que en esta autora siempre mezcla lo sobrenatural
con la crítica social, es particularmente notable en “El carretero”
(Körkarlen) (1912), que cuenta la historia de un hombre que muere en
la noche de Año Nuevo y debe manejar el carro de la Muerte durante
todo el año siguiente. El cineasta sueco Victor Sjöström hizo en
1921 una adaptación cinematográfica de la novela, que sigue siendo
considerada una de las mejores películas de esa nacionalidad de
todos los tiempos.