El panorama laboral está cambiando y nuevas dinámicas afectan a la SST, la pandemia de covid-19 enfatizó la importancia de la protección de los trabajadores y la SST en todo el mundo, mientras que el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos tienen consecuencias significativas para la SST y es probable que sigan planteando desafíos. La salud mental también es una preocupación creciente, ya que las condiciones de trabajo inseguras o insalubres pueden afectar negativamente el bienestar psicológico. En junio de 2022, la Conferencia Internacional del Trabajo declaró un entorno de trabajo seguro y saludable como un derecho fundamental en el trabajo y reconoció el Convenio sobre seguridad y salud en el trabajo, 1981 (núm. 155), y el Convenio sobre el marco para la seguridad y salud en el trabajo, 2006 (núm. 187) como convenciones fundamentales.
Todos los estados miembros de la OIT tienen la obligación de respetar, promover y llevar a cabo los principios relacionados con el derecho fundamental a un ambiente de trabajo seguro y saludable, independientemente de su estado de ratificación. La inclusión de un ambiente de trabajo seguro y saludable como principio y derecho fundamental en el trabajo enfatiza la naturaleza complementaria de todos los principios y derechos. La falta de condiciones adecuadas en el lugar de trabajo puede tener graves consecuencias, y es fundamental priorizar la SST para garantizar el bienestar y la seguridad de todos los trabajadores. Los trabajadores enfrentan diversos peligros en el lugar de trabajo, incluidos riesgos físicos, químicos, biológicos, ergonómicos y psicosociales. Desafortunadamente, millones de trabajadores pierden la vida cada año debido a accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo, y muchos más sufren lesiones debilitantes y enfermedades crónicas.
A pesar de los peligros, muchos países todavía carecen de medidas adecuadas de seguridad y salud en el trabajo (SST) para prevenir accidentes y enfermedades. Las políticas y programas de SST que tienen en cuenta las necesidades de todos los trabajadores y abordan las desigualdades pueden promover la igualdad de acceso a lugares de trabajo seguros y saludables, servicios de salud ocupacional y atención médica, y promover el trabajo decente para todos. Desde 1919, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se ha comprometido a promover entornos de trabajo seguros y saludables en todo el mundo y ha adoptado más de 40 normas laborales internacionales y recomendaciones específicas para la SST.
La Seguridad Industrial es un campo multifacético que abarca aspectos técnicos, humanos y sociales. Requiere capacitación y experiencia especializadas, así como una comprensión profunda de las normas legales. Para que sea más manejable, la seguridad industrial a menudo se estructura en diferentes áreas de estudio, cada una con su propio conjunto de desafíos y soluciones. Por ello este trabajo adopta un enfoque integral de la Seguridad Industrial, examinando su evolución y estructura compleja. Se divide en tres niveles de estudio, que abarcan un recorrido por la salud y la seguridad laboral, las nuevas formas de trabajo, las perspectivas de la OCDE, así como la gestión de los riesgos laborales. Además, explora diversas metodología para analizar el riesgo, aplicar la normativa y evaluar el costo-beneficio de las medidas de seguridad.
El concepto de Seguridad es subjetivo y no se define fácilmente. A menudo usamos términos como "seguro" e "inseguro" sin analizar completamente la situación. Esto se debe a la imprevisibilidad de las circunstancias y al elemento humano involucrado. Sin embargo, en las prácticas industriales, es posible limitar la incertidumbre y mantener la seguridad mediante el uso de técnicas de Seguridad Industrial. A lo largo de la historia, ha habido tres fases en el desarrollo industrial, cada una caracterizada por un objetivo diferente.
La primera fase se centró en la productividad, con otros objetivos en un segundo plano.
La segunda fase vio un cambio hacia la priorización de la seguridad, tanto internamente en los procesos de fabricación como externamente en el uso de productos y servicios industriales. Sin embargo, la productividad también siguió siendo importante en esta fase.
La tercera fase aún está por determinarse. La frase "los árboles no nos permiten ver el bosque" se usa a menudo para describir cómo las personas pueden perderse el panorama general.
Esto es especialmente importante en el campo de los estudios de Seguridad, ya que es crucial mantener la unidad de principios para evitar que las prácticas industriales perjudiquen a las personas, la propiedad o el medio ambiente. La garantía de calidad, la gestión de calidad total y el control de calidad son etapas progresivas en la búsqueda de la calidad en el entorno industrial. La calidad se ha convertido en un aspecto crucial de ciertas industrias emergentes, como la aeronáutica y la nuclear, posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la preocupación por la seguridad y la seguridad industrial no es un concepto nuevo, sino que existe desde la antigüedad.
El Código de Hammurabi, por ejemplo, requería que los edificios se construyeran de manera segura, y los constructores que no lo cumplieran podrían enfrentarse a graves consecuencias. Si bien el concepto de seguridad industrial, tal como lo conocemos hoy, surgió durante la segunda fase de la revolución industrial, existían algunos precedentes de preocupaciones de seguridad, como las disposiciones de seguridad laboral en la minería durante el reinado de Felipe II. Sin embargo, estos precedentes no pueden ser analizados a fondo como ejemplos de seguridad industrial debido a la falta de conocimiento científico y tecnológico de la época.