A pesar de los distintos paradigmas relacionados al sistema penitenciario, la ejecución penal es un ámbito extenso donde se toma en consideración las medidas de responsabilidad penal de los internos, la justicia restaurativa antes y después de la sentencia, la reincorporación en la sociedad, la atención a las víctimas del delito y las medidas de privación de libertad. En esta línea, se resalta que la privación de libertad tiene diferentes repercusiones en la vida social de los individuos encarcelados; es por ello, que la reinserción social se toma como materia central en la guía.
Para la educación social, la ejecución penal se presenta frecuentemente como un espacio de navegación delicada, pues es entendida como un desafío procedente de las condiciones institucionales y de la falta de
voluntad por parte del interno. Así, corresponde brindar la debida importancia a estos aspectos, pues la ley no sólo legitima el trato profesional hacia las personas encarceladas, también dispone lo mismo en el ámbito del cumplimiento de sus derechos fundamentales.
En este aspecto, es necesario plantear tanto la importancia del trabajo educativo y social en las prisiones, como también la responsabilidad de dar seguimiento a los procesos de rehabilitación en sus diferentes fases
de proceso, que empieza en el cumplimiento de la medida de privación de libertad, y una vez ésta finaliza, se pretende lograr la promoción laboral, social y familiar.