El libro escrito por Mons. Jesús Moliné Labarta, quien sucediera en la Diócesis de Chiclayo a don Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea, segundo obispo desde 1968 hasta 1998, representa un testimonio
de amor y consideración hacia lo que él representó en los años difíciles de la Diócesis, pues era una época tumultuosa política, económica e ideológicamente, a través de la cual Mons. Ignacio navegó con su rica personalidad, su genio vasco y su inmenso compromiso con la verdad y la educación, con su incomparable amor por los sacerdotes y su gran don de gentes. Era recio, pero al mismo tiempo afectuoso, tenía un corazón muy grande y un genio más grande aún, con el que luchó todos los días de su vida, como él mismo decía.