Han transcurrido treinta años después de que el Siervo de Dios,
Mons. Federico Kaiser partiese al encuentro con el Padre. Semanas
antes de morir ha-bía expresado: Me voy a Dios… a contemplar por la
eternidad su placidísima, su felicísima Faz.
La vida de un hombre de Dios es siempre edificante para los demás. Cuanto más la creatura se identifica con su Creador, tanto más el
Creador se complace en ella y tanto más sirve de modelo para los que
tenemos ansias de eternidad. Esto fue lo que aconteció en la vida del
Siervo de Dios.
Después de su tránsito al Cielo, el pedido de muchas personas
hizo que se iniciara su Proceso de Canonización. Lo cual dio como resultado el conocer abundantes testimonios obrados por su mediación.
Al descubrir esta riqueza, sus hijas, las Misioneras de Jesús Verbo y
Víctima (MJVV), Congregación fundada por el Siervo de Dios, se vio
en la necesidad de capacitar a algunos de sus miembros, como aconteció en el campo histórico. Y sacar a la luz una biografía del Fundador.