Los países europeos han reconocido la importancia de la evaluación formativa en sus nuevos currículos, este énfasis en la evaluación no es un desarrollo reciente, ya que la evaluación formativa se ha asociado durante mucho tiempo con la diferenciación educativa y la igualdad de oportunidades en la educación. Para los profesionales que ya trabajan en sus respectivos campos, a menudo es necesario buscar una mayor especialización para avanzar en sus carreras en la educación superior. Esto incluye oportunidades en universidades, instituciones no universitarias, así como en escuelas pedagógicas superiores y tecnologías. Las investigaciones realizadas en América Latina durante las últimas cuatro décadas han demostrado consistentemente que los métodos de enseñanza tradicionales, que se enfocan principalmente en la transmisión de conocimientos, son ineficaces para promover un aprendizaje significativo.
La evidencia acumulada en diversas materias indica que la verdadera comprensión y el desarrollo de prácticas científicas requieren de la participación activa de los estudiantes en la construcción de su propio conocimiento. En el mundo globalizado de hoy, la educación superior es ampliamente reconocida como un factor crucial en el desarrollo de un país. Esto es especialmente cierto ahora, ya que los profesionales de todos los campos buscan especializarse en sus áreas de especialización, existe una tendencia creciente entre los estudiantes a explorar diversos temas y ampliar sus horizontes profesionales. En Perú, el sistema de educación superior ofrece a los profesionales de todos los campos la oportunidad de realizar una formación integral y especialización. Esto incluye un enfoque en la investigación, el pensamiento crítico reflexivo y actividades que fomentan la innovación y la creatividad. Sin embargo, muchos estudiantes enfrentan dificultades para equilibrar con éxito sus estudios con compromisos laborales. Por lo tanto, la autorregulación se vuelve crucial y es necesario abordar varias teorías para apoyar a los estudiantes en este sentido.
La autonomía de los estudiantes con pensamiento crítico es un factor crucial en su capacidad para resolver problemas con autocontrol, tal y como destacan Capote y Díaz (2017). Sin embargo, es importante considerar el papel de la evaluación en la valoración y determinación del logro de las competencias. En los últimos tiempos, ha habido un énfasis creciente en la evaluación formativa, que va más allá de la mera calificación y se centra en el papel del docente en la mejora del proceso educativo. Falcón et al. (2021) enfatizan que la evaluación formativa no solo contribuye al desarrollo de los estudiantes, sino que también permite a los docentes ajustar sus lecciones y objetivos en función de los hallazgos. Además, el concepto de autorregulación del aprendizaje ha ganado una atención significativa como un mecanismo esencial para desarrollar las habilidades necesarias en la sociedad actual. Implica aprender a aprender de forma autónoma y abarca varios procesos, como estrategias de aprendizaje, planificación de objetivos, autocontrol y creencias de autoeficacia. La investigación sugiere que los estudiantes que utilizan de manera efectiva estos procesos de autorregulación no solo predicen el éxito académico y el bienestar, sino que también exhiben automotivación (Osés, 2014). La relación entre la autoevaluación, particularmente con fines de evaluación formativa, y la autorregulación de los estudiantes ha sido sustentada empíricamente en los últimos años (Panadero, 2018). Sin embargo, en la región Arequipa, ciertas universidades aún presentan un nivel insuficiente de autorregulación del aprendizaje entre los estudiantes. Esto se puede atribuir a una planificación inadecuada de las estrategias de aprendizaje, falta de claridad en el establecimiento de metas y un control insuficiente sobre los procesos de aprendizaje. En otras palabras, los estudiantes luchan por ejecutar tareas o actividades de acuerdo con el tiempo y la forma planificados, junto a esto, también hay una falta de autorreflexión, lo que dificulta su capacidad para evaluar su propio progreso y ajustarse en consecuencia.
Después de realizar una autoevaluación, se hizo evidente que los estudiantes en cuestión estaban luchando con la distribución inadecuada de su tiempo entre el trabajo y los estudios. Este desequilibrio creó situaciones que dificultaron su capacidad para completar con éxito las actividades previstas en su programa. Uno de los principales factores que contribuyeron a este problema fueron los métodos de evaluación formativa utilizados por sus profesores, de los cuales los estudiantes no eran plenamente conscientes debido a diversas razones, como su formación tradicional y la falta de comprensión sobre el propósito de la evaluación, los estudiantes carecían de interés en identificar y abordar sus fortalezas y debilidades en relación con sus situaciones de trabajo y estudio.
Mediante el estudio de la autorregulación del aprendizaje entre estudiantes universitarios, particularmente aquellos que compaginan trabajo y estudios, esta investigación pretende contribuir al avance del conocimiento científico en el campo de la pedagogía. Profundiza nuestra comprensión de las teorías y enfoques que apoyan la autorregulación del aprendizaje, contribuyendo así al cuerpo de investigación existente en el contexto de la educación superior, esta investigación tiene aportes prácticos y metodológicos, ya que utiliza instrumentos de recolección de datos válidos y confiables para recopilar información sobre las experiencias y percepciones de los estudiantes.
La reforma se fundamenta en el cambio de paradigma que demanda la investigación en educación superior. Académicos como Biggs, Prosser y Trigwell, Ramsden y Zimmerman y Shunck han pedido cambios en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para comprender las características de este nuevo modelo educativo es necesario analizar diversos aspectos relacionados con la enseñanza y el aprendizaje. Esto incluye examinar las concepciones, las estrategias de aprendizaje, los motivos y las formas comunes de aprender entre profesores y estudiantes. Además, el cambio en las concepciones y modos de estudio también puede generar otros desafíos, los estudiantes pueden resistirse o quejarse de la mayor autonomía requerida en su trabajo, lo que puede dificultar la adaptación exitosa de los títulos al sistema de créditos ECTS. A pesar de estos desafíos, el EEES pone un fuerte énfasis en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Por lo tanto, se deben tomar acciones para evaluar el estado actual de la educación en las universidades y proporcionar intervenciones para mejorar. El apoyo institucional a la investigación en educación superior también es crucial para facilitar estos cambios. La filosofía de la Convergencia Europea pone un fuerte énfasis en el aprendizaje centrado en el estudiante en la educación superior. Las universidades deben crear oportunidades para que los estudiantes generen cambios en tres áreas clave: conceptual, de procedimiento y de actitud estos cambios, debe haber un cambio en la concepción y el desarrollo de la programación de la enseñanza.
En países como España, adaptarse al EEES significa alejarse de un enfoque tradicional de la educación superior centrado en el profesor. Esto requiere cambios tanto en las concepciones como en las prácticas de enseñanza y aprendizaje tanto para los estudiantes como para los docentes. Sin embargo, la implementación de estos cambios puede ser lenta y costosa debido a las prácticas de gestión existentes, como la proporción de alumnos por maestro, los sistemas de evaluación y la dedicación de los maestros. La Convergencia Europea ha presentado una propuesta para la creación de un nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Esta propuesta tiene como objetivo reformar el sistema universitario con el fin de mejorar la calidad de la educación superior y su impacto en la sociedad. La reforma incluye cambios en la estructura educativa, como la implantación del sistema de créditos ECTS y la reestructuración de las titulaciones de grado y posgrado, requiere un cambio en las prácticas de los agentes educativos, como el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.