"Durante la segunda mitad de la década de 1920, un grupo de ex alumnos del colegio “José Pardo y Barreda” de Chincha —que había culminado sus estudios secundarios exitosamente— optaron por viajar a España para seguir estudios en Medicina Humana y otras especialidades. En ese grupo, que se embarcó en el puerto de El Callao, estaba José Barrutia Ramos". Así inicia "Los largos caminos del sur", un libro que recoge las memorias de Cirilo Barrutia Figueroa, comandante de la desaparecida Policía de Investigaciones del Perú (PIP), cuya aventura inició al salir de su ciudad natal, Chincha, al sur de Lima, para enfrentarse al agitado monstruo que era entonces la capital del Perú: un lugar donde la modernidad atropellaba los recuerdos de una Lima que empezaba a vivir la república y el fervor de la política, pero también una ciudad que devoraba a sus mejores hijos.
"El largo camino del sur" puede leerse como una historia de vida, pero también como el retrato de una ciudad que ya no existe, transformada por las migraciones, la explosión del sincretismo cultural y el cambio del paisaje arquitectónico urbano. Cirilo Barrutia Figueroa nos entrega entonces un fresco íntimo de una Lima que se fue, pero que mantiene vivo su recuerdo en cada una de sus páginas y en los espacios que podemos reconocer porque, de alguna manera, también los hemos transitado.