Yuracmarca, es el nombre de la tierra que me vio nacer, en ella empecé a respirar el aire con olor a mango, palta, lima y pacay; anduve mis primeros pasos por la alfalfa y el pasto natural que había en mi casa, crecí y jugué por sus calles polvorientas, estudié en su escuelita No. 331, me hice adolescente, recorrí todas las huertas desde Lloctí, Condormarca, Patipampa, Puquio Ñahuín, hasta Horno Pampa; mis padres en él trabajaron, murieron y en él descansan la vida eterna.