ISBN 978-612-5159-03-8

Reseña

Tampoco es fácil construir un Estado legítimo, democrático y participativo como un elemento básico de una comunidad política democrática. Todas esas tareas requieren no sólo imaginación, decisión, perseverancia sino también y sobre todo un esfuerzo colectivo. Este se hace indispensable hoy no sólo como expresión genuina de la democracia, que supone el respeto y la coexistencia legítima de todos los actores políticos y sociales con sus intereses y aspiraciones, sino también por las peculiaridades de la situación política actual. Sucede que en la actualidad no existe un centro hegemónico de gravitación política, Lo que impide a cualquier actor erigirse por encima de todos para desplegar, sea a través de la imposición o de la hegemonía, su proyecto político. Esa situación nos obliga a concertar. Pero la concertación, para que sea duradera y eficaz, no puede ser el resultado de la debilidad de los actores políticos y sociales sino el método permanente de una democracia dinámica. Esta es capaz no sólo de reconocer los conflictos y de procesarlos para posibilitar la convivencia democrática, sino también de actuar y potenciar los elementos comunes y colectivos. La concertación democrática eficaz exige fijarse metas comunes, una agenda común y un método democrático para llegar a resultados concretos.
Una meta común pareciera ser la construcción de una comunidad política democrática. Si esto es así, entonces las reformas del Estado no pueden quedar fuera de una agenda de concertación democrática.
Sinesio López Jiménez es un conocido intelectual peruano dedicado al
análisis de los procesos sociales y políticos. Estudió sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en cuya Facultad de Ciencias Sociales es ahora profesor, e hizo el doctorado en la Universidad de París bajo la dirección de Alain Touraine. También enseñó en la Pontificia Universidad Católica del Perú y ha sido profesor invitado de la Facultad Latinoamericana de Sociología (FLACSO) en Quito, Ecuador. Actualmente es Vice-presidente del Instituto Democracia y Socialismo (IDS). Fue director de el diario de Marka y codirector de la revista El Zorro de Abajo en la que compartió con un brillante equipo intelectual reflexiones y apuestas de renovación radical y democrática del pensamiento socialista.