Este protocolo de consulta previa nace como una respuesta desde ORAU, y un recordatorio a los pueblos indígenas de que el derecho a la consulta es nuestro, de que está vinculado a nuestra libre determinación, y tenemos todas las facultades para complementar los marcos y estándares nacionales e internacionales que permitan que la consulta previa sea un derecho para protegernos y a nuestros territorios, y para plantear de manera efectiva propuestas de desarrollo y aportes para una mejor toma de decisión de las autoridades del Estado.